Entre ellos están los siguientes:
- Evitar contactar con personas a las que ya se les haya diagnosticado la enfermedad.
- Lavarse las manos con frecuencia, durante al menos un minuto.
- Taparse la boca y la nariz con un pañuelo de papel al estornudar o toser y justo después tirar el pañuelo usado a la basura.
- Limpiar con mayor frecuencia las superficies de muebles, pomos de las puertas y otros objetos en los que se hayan podido quedar secreciones contaminadas.
- Ventilar a menudo las estancias. Así, evitaremos la acumulación de partículas en suspensión que contengan el virus.
- Si se está enfermo, evitar contagiar a otras personas siguiendo los consejos de los profesionales sanitarios. Una persona infectada puede transmitir el virus desde un día antes de la aparición de los síntomas hasta una semana después.
- Evitar los besos y contacto muy cercano, así como compartir vasos, cubiertos y otros objetos que hayan podido estar en contacto con saliva o secreciones. Así, reduciremos el riesgo de contraer la infección.
- Llevar una vida sana permite afrontar la enfermedad en las mejores condiciones de salud. Comer frutas y verduras ricas en vitaminas A y C (zanahoria, papaya, guayaba, naranja, mandarina, lima, limón y piña), realizar ejercicio o evitar hábitos como el alcohol y el tabaco contribuye a mejorar las defensas.
- Es importante evitar la saturación de los servicios de urgencias. En caso de que aparezcan síntomas de gripe, debe acudir a su médico de cabecera o llamar al 112 para que le indiquen como actuar. Para cualquier duda, Sanidad ha habilitado un teléfono de atención al ciudadano: 901 400 100.
- Si tiene pensado quedarse embarazada, no es necesario que retrase sus planes aunque debe saber que las gestantes conforman un grupo de riesgo. (El Mundo, 14/08/2009.